jueves, 14 de mayo de 2020

CINE FORUM

Quienes ya habéis cruzado la barrera de los sesenta, recordaréis la figura de "El Cine Forum"; una suerte de reuniones de índole cultural y político que, so pretexto del análisis y discusión de películas entonces denominadas de "Arte y Ensayo", sorteaba de aquella manera la férrea censura del gobierno sobre los díscolos políticos. 
En esos foros se exhibían todo tipo de películas raras cuya inteligencia era dificultosa, y de temática ecléctica.
Pronto a concluir el visionado de la serie de TV Isabel, voy a realizar mi particular Cine Forum sobre ella, pues creo que merece la pena dedicarle unos minutos a ello. Aquellos que la hayáis visto, este comentario poco les aportará, porque habréis sacado vuestras propias conclusiones, y esto poco o nada o descubrirá. Aquellos que no habéis visto quizás estas lineas os sirvan de estímulo para hacerlo. 
Desde el punto vista técnico, son muchos los valores positivos que tiene; y pocos los negativos que yo le he encontrado. Un pero que quizás tiene la serie, es la de la incorrecta traslación al espectador de los espacios temporales que se suceden a lo largo de ella. Dando al espectador la sensación de que el ir y venir de los personajes se produce como si en el siglo XXI se desarrollara la acción. Mensajeros y embajadores que se mueven de aquí para allá, a distancias inmensas para la época, sin que los protagonistas hayan cambiado de vestuario. 
La elección de los actores, en algunos casos, no ha sido la adecuada, pues se les nota falta de oficio y por ello se ven obligados a forzar las interpretaciones, lo que les hace perder naturalidad.
Pero como digo, en líneas generales, la serie tiene gran calidad y merece la pena verla.
Desde el punto de vista argumental, se nos refleja una época de la Historia de España de una enorme riqueza vital, y de no poca importancia histórica.
Los personajes que en ella intervienen se pueden agrupar en dos grandes grupos: Opresores y oprimidos. Unas categorías perfectamente permeables, y en las que se producían movimientos de continuo. En los que se enmarcan en la primera categoría, un denominador común tienen todos ellos: la desmedida ambición por el poder; de la que no se libra ninguno de ellos, altas instancias de la Iglesia incluidos. En esa faceta, todos son iguales. Las traiciones y las deslealtades hacían un perfecto maridaje en todos ellos; ya fueran Reyes, príncipes, noble, o eclesiásticos.
Los oprimidos eran lo que siempre han sido a lo largo de la historia; aunque en esta categoría, algunos arrastran una pesada carga superior a la de los demás. El llamado "Pueblo Llano" fue el primero; pero no el único. Hijos de la realeza, sufrieron en sus propias carnes el peso de la opresión; siempre justificada por los intereses supremos de la Corona. Manera eufemística que se usaba para enmascarar la anteriormente mencionada de la ambición y el ansia desmedida de poder.
Como corolario de estas situaciones, ya de por sí cruel, nos aparece Dios, Cristo y la Fe Verdadera. Son los tres pilares hipócritas sobre los que se sustentan las acciones crueles que sobre los oprimidos se ejercían. Dios, Cristo y la Fe Verdadera, se presentan como la tabla de la verdad que justifica todo tipo de actos por horrendos que estos sean.
La vida es tos oprimidos en sus diversas categorías, no valía nada; y como nada valía se malbarataba en múltiples frentes. Ya fuera en las innecesarias guerras; ya fuera por la obsesión de convertir a las personas a la Fe Verdadera, ya fuera para lograr alianzas que ampliaran territorios y poder.
Mención aparte merecen las figuras de las mujeres de la corte y la llamada nobleza. La serie nos presenta de manera descarnada y cruel, sus desgraciados destinos como personas; personalidad que literalmente se nos presenta anulada desde el mismo momento de su alumbramiento.
La vida y la muerte de cualquiera de ellos, siempre era valorada en términos de importancia estratégica política y sus repercusiones futuras.
A los guionistas, quizás, se les ha ido un poco la mano en las en ocasiones demasiado almibaradas escenas de amor, de difícil comprensión en gente tosca y burda, por muy reyes que fueran. Pero, es inevitable en este tipo de producciones el ceder a los encantos del amor sensiblero, poco habitual en la época.

No me extenderé más porque en otras entradas del Blog ya me he referido a algunos personajes de la serie. Una serie que es altamente recomendable visualizar, por su calidad y por retratarnos una época de la Historia de España que fue de una enorme importancia para el futuro que llegó después. Muchos de nuestros éxitos, al menos en apariencia; y muchos de nuestros fracasos como nación, se gestaron en estos años en los que se centra el relato.
¿ Hubiera sido otra la historia de España si los protagonistas hubieran actuado de manera diferente? Seguro; pero, lo que no sabemos ni sabremos es si hubiera sido para bien o para mal.
¿ Qué hubiera ocurrido si al trono de Castilla hubiera llegado la princesa Juana "La Beltraneja", en lugar de Isabel I de castilla? Pues, evidentemente, nunca lo sabremos. Esos son los misterios del destino que acompañan a los pueblos.

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