martes, 22 de diciembre de 2015

LOS "ISMOS"

Cuando, a finales de los años 60, un anciano profesor de sociología comenzó la clase diciendo:
- " Hoy, hablaremos de los "Ismos".
Los treinta y cinco jovenzuelos que estábamos en el aula, nos miramos con cara de perplejidad. Porque no entendíamos qué demonios pintaban los "istmos" en una clase se sociología.
Acostumbrado a los movimientos y runrunes del aula, propios de unos muchachos hormonalmente alborotados, prosiguió sin hacernos caso.
Tardamos unos minutos en darnos cuenta de que el Hermano Pedro, no pronunciaba la "t". Eso significaba que no estaba hablando de un accidente geográfico; por lo que comenzamos a prestarle atención.
Los "Ismos" de los que hablaba eran movimientos políticos y sociales que existían en el Mundo.
Nos habló durante algunos días, de los "Ismos" más importantes de nuestro entorno social: Cristian-ismo; Catolic-ismo, Comun-ismo, Capital-ismo, Social-ismo... etc.   
Cincuenta y cinco años después, vuelve a mi memoria aquella clase del Hermano Pedro, al ver y escuchar el uso que cada cual hace de muchos de esos "Ismos".
Como en todos los órdenes de la vida cada uno de nosotros establecemos dos categorías entre esos "ismos": los buenos y los malos. En demasiadas ocasiones, sin saber por qué razón asignamos a cada cual el rango de bueno o malo.
Tiempo ha, que uno de los "Ismos" que más veces es clasificado entre los malos es el de " Capitalismo".
Llamar a alguien "capitalista" es intentar infringirle una ofensa mayor que cualquier otra.
Pero, como casi siempre sucede, cuando el uso de un término se "populariza", pocos saben lo que en realidad significa, y nos dejamos llevar por tópicos y atributos, debidamente tergiversados, para que el término tenga todos ingredientes para ser odiado.
Pero, quienes utilizan el término con fines ofensivos ¿saben realmente qué es un capitalista?
Es probable que su primera respuesta sea algo como:
- " El que explota a los trabajadores"
Respuesta que es, ciertamente, errónea.
Dentro del mundo económico, dos son los factores que intervienen en el proceso productivo: el trabajo y el capital. El uno no puede subsistir sin el otro. De nada sirve el capital sin la mano de obra, y la mano de obra no puede realizar actividad productiva sin recursos financieros que la dinamicen.
En un "quit pro quo" ambas parten se integran en la empresa para, con un esfuerzo común, recibir las contraprestaciones pactadas: los unos en forma de salario, los otros en forma de rendimientos.
Como toda obra del Hombre, es imperfecta; pero, la situación actual del sistema, en los llamados países desarrollados, es aceptablemente buena.
Desde su aparición como sistema económico de producción, allá por el final del siglo XVIII, mucho han cambiado las cosas. El Trabajador se encuentra en una situación que nada tiene que ver con la existente en los inicios de la llamada Revolución Industrial.
Una cuestión que no siempre tienen clara aquellos que denostan al "capitalista" es identificarle. ¿Quién es capitalista?
Es claro que a esta pregunta la respuesta no surge con tanta facilidad. ¿Dónde comienza una persona a ser capitalista "despreciable"? Esa es la frontera que nadie sabe trazar. Quien es propietario de un piso, que es un capital, que ha pagado con años de esfuerzo ¿es capitalista? Quien tiene un local comercial, que es un capital, dónde vende frutas y verduras ¿es capitalista?
Tras concluir el Hermano Pedro sus clases en las que nos explicó los "ismos" más importantes de nuestra sociedad, nos dijo, como corolario a todo ello, que los "Ismos" son las armas arrojadizas de la nueva Sociedad.
No llevan, en su interior, ni pólvora, ni metralla; sin embargo, los daños que producen son inmensamente mayores que los de un proyectil.
Un proyectil, impacta sobre una sola persona; un "Ismo" impacta sobre un colectivo completo.

Aquellas clases del Hermano Pedro, a quien nuestra malvada juventud apodaba " el tecla", están hoy más vigentes que nunca, y me ha producido gran satisfacción el recordarlas.   

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