Una de las cosas que más odio en este mundo es, la
instrumentalización de los niños para lograr realizar objetivos espurios,
bastardos e ilegítimos; ya sean mercantiles, políticos, o ideológicos.
Las Navidades del año 2015 podrán pasar a la Historia con el
nombre de " Navidades de la Vergüenza".
En algunas ciudades españolas, gobernadas por afiliados a los que
se ha dado en llamar " Partidos Emergentes", conocedores sus ediles
de la gran repercusión que cualquier acto que altere el natural y tradicional
desenvolvimiento de los días de Navidad goza de amplia repercusión mediática;
no perdieron ni un minuto, en hacerse ver, y atacar de forma indiscriminada las
bases mismas del cristianismo y de nuestra civilización.
Si el origen del cristianismo se simboliza en el nacimiento de un Niño/Dios
en una cueva de la lejana población de Belén, se hacía necesario atajar
"el mal" desde la raíz.
Con la cortada que les proporcionaban las palabras del Papa Benedicto
XVI, sobre el valor real de la Biblia en este asunto (Afirmaciones como: en la
cueva no habían ningún burro, ni ninguna vaca. O aquello de que los Reyes Magos
llegaron desde Andalucía), hechas en su libro " La infancia de Jesús";
comenzaron a desmontar, "físicamente", todo lo que pudiera recordar
el nacimiento de Jesucristo.
Belenes que llevaban expuestos durante siglos en lugares
emblemáticos de la ciudad, se eliminaron, en muchos casos con nocturnidad.
La representación del Niño/Dios que nacía para traernos en mensaje
de la Paz y del Amor; fue, borrado del mapa.
¿Qué razón había, si es que puede existir una razón para semejante
vileza, que justificara tal cosa? Una muy importante. No herir la sensibilidad
de los no creyentes.
Argumento tan estúpido, no puede salir más que de cabezas
enfermas.
La Biblia, fuente de la tradición y religión cristiana, refiere la
llegada de unos llamados " Magos de Oriente" quienes guiados por una
estrella, fueron conducidos hasta el lugar del nacimiento del Niño/Dios. Allí,
le adoraron y regalos tres presentes: oro, incienso y mirra. Artículos de gran
valor en los años en los que se data el Nuevo Testamento.
¿Por qué tres reyes ataviados con ricos ropajes fueron los
elegidos? La simbología no tiene dudas: la sumisión del poder humano sobre el
divino; y la pleitesía que representa la entrega de los productos de más valor
en la Tierra.
La evolución de los tiempos ha fusionado los tres elementos
esenciales de esta parte del Nuevo Testamento: niño, reyes magos y regalos se
han hecho un todo monolítico.
Esa fusión se representa en las llamadas " Cabalgatas de
Reyes" en las que se presenta los tres valores: Los Niños, quienes simbolizan
la bondad, la inocencia y el futuro del mundo. Los Reyes Magos que rinden
honores a esos pequeños, que encarnan las columnas que soportarán el peso del
Mundo el día de mañana, y a los que en señal de reconocimiento entregan sus regalos.
A contemplar esas representaciones callejeras, acuden cada año
millones de niños, con la ilusión de poder ver de cerca a esos " Reyes
Magos". La pureza de su mirada, los nervios que en su interior sienten por
saber qué regalo de los miles que llevan los " Pajes" le corresponderán,
denotan la limpieza de espíritu de un niño.
¿Qué mejor oportunidad que esta para manipular a los más pequeños?
No existe ninguna forma humana de concentrar tanto "público" para
ofrecer un mitin político e ideológico; cuyo trasfondo es el siguiente. "Niños:
lo que os han venido contando hasta ahora es todo mentira, secuela de una sociedad
que os ha estado engañando durante siglos. Los llamados "Reyes Magos",
no vestían ricos ropajes, sino trajes ligeros y alegres, propios de unas
personas libres y democráticas. Las espectaculares carrozas que hasta ahora ocupaban
nuestras calles, no eran más que alardes de despilfarro de una sociedad corrompida.
La realidad más social, étnica, y multicultural, son unas cuantas bicicletas,
guiadas por niños y mayores, y unas carrozas que no son tales sino, equilibrados
elementos auto reciclables, que no dañan el medio ambiente.
No contentos con el mensaje estético, ya de por sí impactante,
pertrechados de focos y micrófonos lanzaron su "meeting" para que los
conceptos quedaran perfectamente unidos en los cerebros de los más pequeños.
Otra de las cuestiones que más me subleva, es la cobardía. En este
caso, la de los cristianos; que se han dejado insultar, humillar, ofender,
degradar, avergonzar, denigrar, confundir, deshonrar, desdeñar, rendir,
afrentar, despreciar, envilecer, doblegar, someter, mortificar, menospreciar,
menoscabar, sojuzgar, insultar, oprimir, empequeñecer, apocar, encoger,
arrastrar. Todo ello, sin mover un dedo. Sin decir una sola palabra; sin las más
pequeña recriminación hecha ante los poderes públicos que de manera tan abyecta
actuaban. Ni curas, ni canónigos, ni obispos, ni arzobispos, ni cardenales han
dicho esta boca es mía.
Si los primeros me indignan, por su utilización de la infancia;
estos, me repugnan por su apatía, abandono, dejadez, desidia, indiferencia,
indolencia, abulia y pereza.
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