Ayer,con alevosía y, casi, con nocturnidad el ayuntamiento de Madrid dispuso a su antojo de la vida de los ciudadano de Madrid y de fuera de Madrid. Con la habitual irresponsabilidad a la que nos tiene acostumbrados su alcaldesa (por llamarla de alguna manera) vuelve a tomar como rehenes a los ciudadanos. Pero esta vez ha ampliado su punto de mira a todos los demás españoles, impidiéndoles la libre circulación; un derecho reconocido que únicamente puede ser conculcado si se usan procedimientos dictatoriales, y caprichosos. Quienes deban atravesar Madrid procedentes de Cáceres para ir a cualquier otro destino, y su matrícula sea impar, no pueden hacerlo. Quienes deban atravesar Madrid para tomar un vuelo en el aeropuerto de Barajas,si su matrícula es impar, no podrán hacerlo.
La incompetente alcaldesa de Madrid no se ha enterado de que el sistema de las carreteras españolas es un sistema Radial; es decir, todas las grandes vías de comunicación terrestre confluyen en Madrid. Madrid es el centro neurológico de las comunicaciones españolas terrestres. Su paralización, extemporánea y precipitada, ambientálmente, servirá de poco; pero, el daño social y económico que producirá en la economía española, será inenarrable.
Todos aquellos vehículos que salen desde los cuatro puntos cardinales de la Península Ibérica, con destino Madrid u otros lugares, portando mercancías perecederas para abastecer los mercados madrileños y no madrileños ,si su matrícula es impar, no podrán hacerlo, y las mercancías y los mercados sufrirán perdidas millonarias.Todo ello en unas fechas en las que la demanda de productos perecederos es enorme.
Sería prolijo detallar todo lo que se verá afectado por esta irresponsable decisión; que, como siempre, pagarán todos menos la alcaldesa de Madrid.
Poner al frente del municipio capital de España a un equipo de sectarios y analfabetos sociales y económicos, ha sido un gran error; no sólo de sus votantes, sino del partido que la mantiene en el gobierno municipal.
Más allá de estas barbaridades locales, es importante poner de manifiesto un hecho incontestable. Nuestro mundo, el mundo que hemos creado en los cinco continentes, es contaminante.
Precisa de energía para satisfacer las necesidades que todos los individuos demandan para su bienestar; y esa energía, hoy por hoy, es esencialmente contaminante. Es el precio que debemos pagar por eso que denominamos "sociedad desarrollada". Un forma de vida a la que todos aspiramos, y a la que nadie está dispuesto a renunciar.
No existe eso que se ha dado en llamar "Desarrollo sostenible"; únicamente se da en las mentes de algunos, y en algún que otro laboratorio experimental.
No es sólo una cuestión de intereses económicos, que lo es; es una cuestión de posibilidad física.
Mientras el principio de conservación de la energía no se modifique, y no parece fácil, necesitamos energía para mover los cuerpos; ya sean maquinarias, o semovientes. Esa energía se encuentra en nuestro planeta en diversas formas; pero, es necesario transformarla para que sea de aplicación en el movimiento de los cuerpos.
Unas energías se transforman de forma más fácil que otras. Esa facilidad de transformación abarata su coste y permite su utilización y aplicación a los procesos industriales.
Como casi siempre me ocurre, pocos participarán de esta manera de pensar; sin embargo, la realidad que nos circunda me da la razón.
Únicamente existe una manera de eliminar de la faz de la Tierra la contaminación y todo lo que ello conlleva: renunciar al bienestar, y regresar a la época de las cavernas.
Posible es todo en la vida, menos evitar la muerte. La cuestión es, si estamos dispuestos a pagar tan elevado precio.
Espero que todos tengáis un fin año estupendo, y que el año 2017 sea mejor que este que nos deja.