martes, 25 de febrero de 2020

LOS ALGORITMOS

Toda etapa de la existencia de un grupo social, y de los propios individuos, desarrolla sus modas, modos o modismos. Unas veces nacen, otras resurgen y las más se modifican.
Una de las modas que han resurgido en los últimos tiempos es el recurso a los "algoritmos". Un algoritmo no es otra cosa que un proceso lógico matemático para resolver problemas de diversa índole; habiendo derivado últimamente hacia la determinación sociológica de los denominados perfiles de la personalidad. Unos perfiles que son usados para orientar las técnicas de venta, y la inducción al consumo de ciertos productos.
Uno de los elementos que forman parte de un algoritmo, son las llamadas "reglas elicitadas" que son aquellas  que corrigen el sesgo de la muestra que sirve de base; pero también, las que permiten adelantar o cortar el proceso de análisis.
¿Es algo novedoso el algoritmo? Desde el punto de vista matemático es un proceso relativamente reciente, asociado a los avances de la Estadística y la Econometría; sin embargo, es una herramienta que el hombre ha desarrollado, de manera no consciente, desde la noche de los tiempos.
Al ser el algoritmo el resultado un proceso lógico y ordenado, este existe en el la persona desde que tiene capacidad de razonar.Y lo ha usado no solo en la resolución de problemas cotidianos, sino de comportamientos sociales. Es esta última faceta la más interesante, porque es en la que más calado tienen las dichas "reglas elicitadas". Cuando (es un ejemplo) en una familia se analiza a la persona que pretende matrimoniar con una hija, todos los valores que conforman su personalidad, su aspecto físico, su situación económica ,presenté o futura  y su origen racial forman la muestra analizable. Obtenido la muestra, se aplican las "reglas elicitadas", para proseguir o no con el proceso de la resolución del problema "novio". Las "reglas elicitadas" en los algoritmos sociales, no son pocas. Unas, bonifican la puntuación; otras, las penalizan; y ,otras, directamente rechazan el proceso de elección. Si es una persona atractiva, no se aplica regla; si es una persona de buena posición social se aplica bonificando; si es de economía poco saneada, penaliza la puntuación final; si es de raza negra, directamente el proceso se interrumpe, y se deniega el resultado.
Los algoritmos en la Política son mucho más simples, y solo tienen dos "reglas elicitadas". No existe un proceso de análisis intermedio lógico y racional que permita conseguir el mejor resultado para la resolución del problema. Si el dato A se refiere al grupo A, la "regla elicitada" sin más profundidad muestral devuelve un resultado positivo. Si el dato es B, y se refiere al grupo B, "la regla elicitada", no prosigue el análisis, y rechaza el resultado. En ninguno de los dos casos se somete la muestra a la lógica del algoritmo; solo se usan las "reglas elicitadas". Lo que lleva a que la Política española, en los tiempos actuales, no sea el resultado de un proceso lógico, tendente a resolver los problemas de los ciudadanos; sino, una maniquea aplicación de "reglas elicitadas" que impiden la resolución de los problemas a los que se enfrentan los ciudadanos.
Buenos días y vamos a por el martes que dicen es de Carnaval, Como si los otros martes no fueran
ÁGORA:el grupo más audaz, para el lector más inteligente.(Decía La Codorniz)

No hay comentarios:

Publicar un comentario