Mi primer contacto con la Sociología vino de la mano del sociólogo
y politólogo francés Maurice Duverger, y del español Juan Diez Nicolás. Ello
ocurría en los comienzo de la década de los 70 del pasado siglo. Un inicio de
década en la que aún resonaban los ecos del movimiento estudiantil conocido
como Mayo del 68, o Mayo Francés, cuyo germen estuvo en los movimientos
pacifistas surgidos en los Estados Unidos, como consecuencia de la Guerra de
Vietnam.
Nunca hasta entonces había escuchado el término
"Behaviorismo", y lo oí por primera vez de labios del Profesor Diez
Nicolás, y leído en su libro "Entre el funcionalismo y la
Dialéctica".
En mi aún no formada mente, el término me resultaba extraño y demasiado
confuso, algo que me costó esclarecer. Comprendido su significado y su
importancia en el estudio del Hombre como ser social, todo resultó mucho más
claro.
A través del análisis del comportamiento de los individuos, se
pueden obtener resultados bastante interesantes a través del tiempo.
Los años sesenta, en el conocido como mundo occidental, se
produjeron los movimientos antes señalados que modificaron de manera profunda
los comportamientos de los sujetos principalmente entre la juventud.
El movimiento Hippie inició el cambio del belicismo al pacifismo.
El slogan lanzado por este movimiento " Haz el amor no la guerra" se
extendió como una mancha de aceite en todos los países con influencias del
norteamericano.
Tras una "travesía" de ocho años por el Atlántico, sus
ideas recalaron en la Ciudad del Sol, y los estudiantes de la Sorbonne tomaron
la antorcha de manos de los estadounidenses.
La influencia definitiva en España de ambos movimientos, hubo de
esperar, hasta que aquel principio del Mayo Francés, " Prohibido
Prohibir", pudo atravesar los Pirineos.
Hasta la llegada del cambio político a España, el movimiento se
dejó ver casi en exclusiva en la Universidad española, en la que tomó un
carácter más local, y dirigido esencialmente a buscar el cambio del Régimen
nacido tras la Guerra Civil Española. Era un movimiento más político que
social.
Es en los años 80 cuando se produce la gran explosión del cambio
sociológico en España. Un cambio sociológico que contó con innumerables puntos de
distribución y con una población joven, nacida después de la Guerra Civil, que
ansiaba gozar de Libertad.
Ese cambio trajo consigo un torrente de nuevas formas de relación
social, hasta entonces desconocidas, que acuñó expresiones como
"Pasotismos". "Sexo, Drogas y Rock and Roll" y otras muchas
de parecido matiz.
Fue una verdadera explosión social que lo invadió todo; sin
distinción de clases sociales, ni entornos geográficos. Ricos y pobres; urbanos
y rurales bebieron del aquel "néctar" que se les ofrecía.
Había nacido en España el Neo Epicureísmo. La idea del placer como
elemento esencial de la vida, y la vida tranquila como meta final de devenir
del Hombre, eran los ejes fundamentales sobre los que pivotaba la nueva
sociedad española.
Los tres elementos esenciales nacidos, tomaron carta de naturaleza
a todos los niveles, y el sexo, las drogas, y el Rock and Roll, fueron las
señas de identidad de buena parte de la población joven.
Sin embargo, no todo era bello y placentero. El Individuo buscaba
algo más; algo, que le habían enseñad: que con todo aquello conseguiría: la
Felicidad. Pero, la Felicidad no la encontraban, y se trataba de localizarla a
través de caminos tortuosos; vías angostas
sobre las que dejaban jirones de su vida. Siempre con el mismo resultado: no se
lograba alcanzar la Felicidad.
Quienes fueron los pioneros de aquella búsqueda infructuosa de la
Felicidad, como corolario final del Placer, dejaron el testigo de esa búsqueda
a sus descendientes. A ellos les cedió la, en apariencia, fácil misión de
encontrarla. Los maestros dieron a los alumnos todas las herramientas para que
les fuera fácil desbrozar el camino que les permitiera llegar al Destino
soñado.
Desde el útero materno el Individuo siente que todo en su
alrededor le empuja a ser Feliz. Los obstáculo que la Vida pudiera colocarle en
su camino, son previamente retirados por sus protectores; una función que
desempeñan todos los que se mueven a su alrededor; desde las más altas
Instancias, hasta los más cercanos progenitores. Un elenco constituido por
quienes buscaron la Felicidad por todos los rincones, y no la encontraron.
Únicamente consiguieron breves momentos de placer, casi siempre físicos, cuando
no alguna adicción nada placentera, y por supuesto muy alejada de la Felicidad.
Los retoños crecen rodeados de un mundo que se les presenta como
fácil, y que en apariencia es fácil; pero, siguen sin encontrar la Felicidad.
Retoman el viejo método de sus padres de "Sexo, Drogas, y Rock and
Roll", pero, a edades mucho más tempranas.
Pocos son los que reconocen que el error se ha producido, e
intentan remediarlo; sin embargo, el Neo Epicureísmo tiene las raíces demasiado
profundas como para que unas pocas manos lo puedan arrancar. Antes, de poder
llegar al “árbol”, se debe sortear la enorme barrera de defensores que el
"árbol" tiene, y que no están dispuestos a admitir su error.
Las consecuencias que se derivan, comienzan a escandalizar a
algunos; que pretenden eliminarlas, sin erradicar la causa del mal.
Tras lanzarles al erróneo camino en busca de lo imposible, les
quieren reprimir por intentar lograr el objetivo que les han fijado como meta.
Un fenómeno no previsto, se está produciendo: el efecto "boomerang". Un efecto que, tampoco, casi nadie quiere admitir, y muchos comienzan
a sentir en sus propias carnes.
Jóvenes y adolescentes convertidos en auténticos dictadores.
Jóvenes y adolescentes, cada día más violentos. Jóvenes y adolescentes,
carentes de cualquier sentido del respeto y de la responsabilidad. Jóvenes y
adolescentes, totalmente desconcertados, sin horizontes, sin referentes, sin
valores. Unos jóvenes y adolescentes: infelices.
¿Carpe Diem?... No, gracias.
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