viernes, 29 de abril de 2016

EL GRAN SATAN

Cuando el genio de las letras inglesas publicó su obra " El Mercader de Venecia", creó, supongo que de forma intencionada, el estereotipo del "Banquero Cruel y Despiadado".
El personaje de Shylock, un usurero judío, encarna todo lo malo del ser humano: la codicia, hasta el extremo de pedir una libra de carne en pago de la duda contraída por el mercader Antonio; la venganza, por las humillaciones sufridas de parte del rico mercader, verdadera causa de su comportamiento; y crea el estereotipo del "Banquero"; calco que ha llegado hasta nuestros días.
Decir en nuestros tiempos "Banquero", es retrotraerse hasta aquel lejano siglo XVII en el que William Shakespeare publico la obra, y visionar al "Gran Satán".
En casi cinco siglos quienes han realizado la actividad bancaria no han logrado quitarse el "San Benito" de seres sin alma ni corazón.
El "Banquero" de hoy nada tiene que ver con el usurero de Venecia. Hoy existen muy pocos banqueros en la acepción real del término; únicamente lo son algunas entidades familiares, prácticamente desaparecidas.
Los Bancos de hoy no son propiedad de una sola persona, o un grupo reducido de ellas. Las Entidades financieras en general pertenecen a millones de accionistas, que arriesgan su dinero para obtener un beneficio.
Estos accionistas, minoritarios en su mayoría, asumen un importante riesgo al invertir en estas empresas. Ellos son los nuevos banqueros. Ni son gordos con chistera; ni viajan en enormes limusinas. Otros lo son sin saberlo. Miles de trabajadores son accionistas de los Bancos; pues en ellos están invertidos sus Fondos de Pensiones; a quienes les parece muy bien que el Fondo se revalorice al hacerlo las acciones de la Entidad en las que están invertidos sus ahorros.
Quizás muchos de los que gritan, megáfono en mano, contra los Bancos, no sepan que se están gritando a ellos mismos. Que las decisiones que sus gestores toman, y que muchos critican, se asumen para defender el ahorro de los trabajadores, y que estos no vean disminuir los capitales que les garantizarán su futuro el día de mañana.
La tradicional discreción de las Entidades Financieras, les hace no responder a quienes alimentan un odio injustificado, e interesado, hacia ellas.
La actual crisis económica y financiera ha puesto una vez más en el disparadero a los Bancos, sobre los que se escriben todo tipo de mentiras y medias verdades.
Se critica hasta la saciedad el llamado "rescate de los bancos", sin saber por qué se critica. El mal denominado "Rescate Bancario", no ha sido otra cosa que un "Rescate Social". Como esta expresión puede resultar poco entendible, intentaré explicarme brevemente.
La crisis Financiera, resultado de la Económica, hizo que un gran número de Bancos estuvieran literalmente en quiebra. Pero, esa quiebra no era un concepto contable o jurídico abstracto; tenía nombres y apellidos: el de todos los accionistas, impositores, y trabajadores que guardaban relación con esos bancos.
¿Alguien es capaz de imaginar qué hubiera ocurrido, si todos los ahorros, de todos los depositantes de los bancos afectados, se hubieran volatilizado. Que los ahorros de millones y millones de personas desaparecieran de la noche a la mañana sin posibilidad alguna de recuperación? He incluido a los impositores porque no existía Fondo de Garantía suficiente para absorber tan descomunal pérdida.
¿Que todo el sistema económico y social se colapsara por falta de dinero en circulación?
Estas son sólo unas pocas de las consecuencias que hubieran ocurrido de no procederse a lo que habría que llamar "rescate social".
Como en todas las actividades del Hombre, existen oportunistas, especuladores y sinvergüenzas que al "rio revuelto" obtienen pingües resultados.
Por todo ello, no debemos tirar piedras sobre nuestros propios tejados, ni hacer el juego a quienes quieren llevar contra las cuerdas a las Entidades Financieras.
Una segunda crisis Financiera, sería sencillamente calamitosa, sin posibilidad de solución.
Si las cuentas de   resultados de los Bancos no alcanzan los mínimos exigidos por la Ley, tendrán que declararse en quiebra; y, entonces, no habrá FROB que nos rescate; porque la quiebra será no sólo económica y financiera; será una quiebra social de España.
Cuando se juega, de manera irresponsable, con cuestiones tremendamente peligrosas, aprovechando la ignorancia de una buena parte de la sociedad, el resultado es siempre la catástrofe.

2 comentarios:

  1. Efectivamente los políticos que más dicen defender a los más desfavorecidos suelen ser los que, a costas de éstos y de engañarlos, se suben al carro del poder. Después colocan a familiares y amigos. No se suele llegar a explicar la realidad con objetividad y generosidad.

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  2. Ángel: muy bueno, como siempre.

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