Cuando en el año 1556 el rey Felipe II, sucedió en la corona de
España a su padre el emperador Carlos; el reino de España, era el más grande
que los tiempos habían conocido. Se decía que "en el imperio español nunca
se ponía el sol".
La Corona de España extendió su poder por todos los continentes;
llegando tener una extensión de 20 millones de kilómetros cuadrados.
El reino de España era no sólo extenso y poderoso; era, temido y
respetado. Quienes contra él se rebelaron recibieron la adecuada respuesta a su
osadía.
Su grandeza fue declinando con el tiempo hasta que en 1898 se
puede dar por terminada la etapa de España como imperio; y comienza la etapa de
España como nación.
Aquel punto de inflexión de nuestra historia como país, ha pasado
por diferentes etapas, en las que el pueblo español ha vivido situaciones de
todo tipo. Buenos y malos monarcas; buenos y malos gobiernos; republicas,
dictaduras; todo tipo de circunstancias han pasado por nuestra vieja "piel
de toro".
Tras una de las etapas más larga, la dictadura del general Franco,
España dio un giro radical en su concepción como Estado, y entró en la que podríamos
denominar " modernidad democrática".
Tras cuarenta años de dictadura, los españoles comenzamos a gozar
de " Libertad".
A partir del 21 de noviembre de 1975 todo fue distinto.
Parlamentos democráticos, Constitución de consenso, todo en un ambiente de
normalidad y respeto, que a los propios españoles que lo vivimos, nos
sorprendió.
Sin embargo, el espejismo comenzó a diluirse y apareció, poco a
poco, el desierto que ocultaba.
Fuimos viendo aparecer a los que serían los nuevos protagonistas
de nuestro futuro; protagonistas, físicos y metafísicos.
Los físicos tomaron la forma de una clase política formada por
mediocres y advenedizos, cuyas únicas intenciones eran acceder al poder como
trampolín para sus ambiciones personales; entre las que no era una excepción el
enriquecimiento ilícito.
Las ideas, y las ideologías, dejaron paso a la mentira y al
engaño. El Ciudadano dejó de ser el fin, para convertirse en el medio. El medio
para lograr las cotas de poder ambicionado.
Ellos fueron manipulados y engañados, para conseguir su anuencia,
sin que pensaran demasiado y no se dieran cuenta que habían sido convertidos en
meros títeres movidos por los hilos de una clase política y económica, cuya
ambición no tiene límites.
Los protagonistas metafísicos nacieron en el interior de la propia
sociedad. El concepto de grupo social con identidad y proyecto común, saltó
hecho pedazos, de la mano de un nuevo significación de Estado que surgió con la
Constitución de 1978 y su posterior desarrollo: el Estado de las Autonomías.
Bajo la falsa apariencia de dar voz a la diversidad de los pueblos
de España, se consiguió dinamitar el concepto de España como nación.
Muchos entendieron, interesadamente, el concepto de diversidad, como
exclusividad. Las Autonomías se convirtieron en Estados, despreciando todo lo
que fuera considerado como Comunidad Nacional de España.
Esa labor de desintegración, comenzó a urdirse en las escuelas. En
ellas se inculcó el "hecho diferencial", como valor único de referencia
frente a otras tierras de España. El nexo de unión como sociedad organizada,
dejo de ser España; a la que se le comenzó a aplicar el calificativo de "Madre
desnaturalizada"; fuente y raíz de todos los males que arrastraba la
Comunidad Autónoma.
La mente de los más pequeños, y de los no tan pequeño, comenzó a
ser reprogramada mediante una educación "selectiva"; educación que se
impartía en las aulas, y continuada en los medios de comunicación creados al
efecto.
La educación global, dejó paso a la "Formación Local".
La Historia de España, dejó de ser tal para convertirse en la Historia Local. Si
no existían Hombres o Hechos que dieran "lustre" para tejer su propia
Historia: se inventaban. Si había que apropiarse de las figuras más relevantes
de la Historia de España, o de la Historia Universal, un grupo de
"eruditos" era encargado de "poner las cosas" en su sitio.
Hasta la propia geografía española, fue despreciada. No existen
más ríos, ni más montes, ni más accidentes geográficos que los de la Comunidad
Autónoma.
Con todo ello se ha conseguido el objetivo primario: llenar la
sociedad de ignorantes. Conseguida la ignorancia del grupo, el resto era
sencillo. Se impuso el " Carpe Diem" que dejó de ser una filosofía de
vida, para convertirse en una forma de muerte intelectual: la apatía, la
dejadez, el desinterés más absoluto se ha apoderado del Hombre Español.
Lograda la apatía, la dejadez, y el desinterés; la cosa es simple.
El siguiente paso era dinamitar todo vestigio de símbolos,
principios y tradiciones que sirvieran de argamasa que unen voluntades.
La idea de " Dios, Patria, Rey"; es el objetivo.
A todo aquello que representa la idea de Dios; se le persigue.
A la Patria, se la insulta, se la ofende; se la somete a mofa,
befa y escarnio, con la más absoluta impunidad.
Al Rey, Jefe de Estado Español, se le pisotea, se le insulta; se
le niega el respeto que como soberano español merece, sin que nadie pongo coto
a las injurias.
Quinientos años después, el gran imperio que nos dejó Felipe II ha
derivado hasta convertirse en una verdadera Cochambre.
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