martes, 16 de mayo de 2017

TU, TRANQUILO

La demagogia que no cesa.
El mundo feliz, del “País de Nunca Jamás”.
Carpe Diem, con el dinero de los demás.
Hoy se ha vuelto a sacar a la palestra, el controvertido asunto de los Permisos por Paternidad. Un tema que en Bruselas, aunque no pase por allí el Guadiana, sale a la superficie cada cierto tiempo.
A rebufo de estas iniciativas, ya han surgido Plataformas (será por plataformas) para defender y reivindicar este "Derecho", con los argumentos más peregrinos. Uno de ellos es  que: Con el permiso de paternidad, se fortalecen los vínculos del padre con el hijo.
Defender el asunto del Permiso por Paternidad, argumentando que es para fortalecer los vínculos del padre con los hijos, en mi opinión, tiene poca consistencia.
Un recién nacido, por lo menos hasta ahora era así, tiene unas actividades con las que es muy difícil fortalecer vínculos. Duerme, come, excreta, llora. Duerme, come, excreta, llora. Ese es su “plan” de vida.
He buscado un hueco por donde meter el fortalecimiento de los vínculos paternales, y no lo he logrado.
Ya dije en otra ocasión que los defensores de estas interesantes teorías, lo que hacen es tirar con "pólvora del rey"; algo, por otro lado, que está muy de moda últimamente.
Es la Sociedad del: "Tú, tranquilo".
Si terminas el Bachillerato sin saber hacer la "O" con un canuto: "Tú, tranquilo". Te aprobamos.
Si quieres entrar en la Universidad, sin saber las "cuatro reglas": Tú, tranquilo". Te aprobamos.
Si a los treinta sigues viviendo en casa de tus padres: Tú, tranquilo. Te mantenemos.
Si a los treinta y cinco sigues sin dar un palo al agua: Tú, tranquilo. Te daremos una Renta Básica, para ir tirando.
Hasta que llegue un día, en el que no haya manera de "tranquilizar" a los muchachos, y se estampanen contra la pared de la realidad.
Alguien debería decir a los "sabios" de Bruselas, cómo es el Mercado de Trabajo en España.
Que las empresas del IBEX 35, como su propio nombre indica, son treinta y cinco; y que tampoco en ellas se atan los perros con longaniza.
Que existe una figura denominada Trabajador Autónomo; que si no trabaja, no come.
Que existen miles de trabajadores con contratos temporales, que no pueden pedir un permiso de cuatro meses por paternidad, porque sus contratos, en muchos casos, duran menos.
Que incluso en la Función Pública, existe la figura del Interino, un eufemismo usado desde hace décadas para enmascarar lo que son contratos de trabajo precarios.
Es irresponsable, en mi opinión, crear expectativas imposibles de realizar, con el único objeto de contentar a unos Grupos Políticos que llevan por bandera lo imposible. Que engañan a los ciudadanos ofreciéndoles un Mundo Feliz, que nunca se conseguirá; salvo para unos pocos que conseguirán dinero, privilegios, y gabelas de todo tipo, que soportarán las espaldas de unos incautos.
No es posible el País de Nunca Jamás". Peter Pan es un personaje creado por James Matthew Barrie para fantasear con lo bella que es la vida siendo niño.
Todos recordamos nuestra infancia como los momentos más felices de nuestras vidas. Sus recuerdos, permanecen en nuestra memoria hasta el fin de nuestros, días. Una etapa de nuestra vida, la niñez, en la que todos quisiéramos permanecer anclados hasta la eternidad. Sin embargo, la Vida no es un cuento de James Matthew Barrie. La vida no es ningún cuento. En el mejor de los casos la Vida, es una Tragicomedia.
Aún recuerdo las palabras que mis padres me decían en los años de infancia y adolescencia. Esos momentos de la vida, en los que nos encaprichamos con todo lo que vemos, y deseamos.
Si algo les pedía fuera de “contexto”, siempre me repetían la misma frase: “Hijo, tú te crees que el dinero no cae por un tubo desde el tejado”.
Esta expresión, u otras del mismo tenor, eran repetidas en todos los hogares de los Hombres de mi generación. Y en esos años de formación de la personalidad, íbamos todos aprendiendo una lección cada día. Ana de esas lecciones, era que nada se consigue sin esfuerzo y sin trabajo.
Que la vida no es un capricho, que otros nos pagarán.
En términos menos elegantes; pero, no por ello menos definitorio de la realidad, se usaba, y se usa la expresión: “El que quiera peces, que se moje el culo”
  

Las Directivas Comunitarias, no pueden ser una prolongación de la obra de James Matthew Barrie; porque los Hombres no somos Peter Pan.

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