martes, 23 de mayo de 2017

EL ERROR

Anoche cometí al menos dos o tres errores; y los errores se pagan.
El primer error fue, no estar a las diez de la noche en la cama, como siempre hago. ( Cosas mías, ya sabéis)
El segundo error fue no sintonizar "El tiempo" de la 1.
El tercer error, este el más grave, sintonizar "El hormiguero" de Antena 3.
En la mesa de diálogos, tres personajes, ya talluditos, a los que daba coba y lustre, el presentador.
Estos muchachos ( bueno, no tan muchachos) respondían, no sé si juntos o por separados, al nombre de "Chanante" ( No sé si se escribe así).
Unos tras otros de forma atropellada, como sucede siempre que se quiere "chupar cámara", iban soltando unas ocurrencias, acompañadas de algunas imágenes retrospectivas que reforzaban los comentarios de cada uno de ellos.
Cuando terminaros estos diálogos ( los de Platón, no) hizo su entrada en plató, un extraño espécimen con apariencia entre orangután y Hommo Sapiens. Con él comenzó el desastre.
También el extraño ser, fue entrevistado ( son cosas que pasan), para poner de manifiesto cual había su trayectoria artística y su aportación al mundillo de la "Farándula". El semihombre (se me olvidaba decir que lucía un gorrito de los que nos ponemos en fin de año; supongo que para que supiéramos que era un humanoide) nos ilustró y/o insultó emitiendo un sonido entre grito de orangután y eructo humano. Tal derroche de "arte", desató la alegría y la algazara del "respetable", que puesto en pie premió al "artista" con una cerrada ovación.
Concluido el panegírico del espécimen, salieron a la palestra los cuatro muchachotes para celebrar la traca final, y el fin de fiesta. Una fiesta que celebraba el decimoquinto aniversario de su producción estrella titula " Hay que decir más Hijo de Puta" (no sé si es exacto). Aquello prometía. Sólo el titulo abría un océano de posibilidades. Y desde luego que las abrió.
Lo lógico y natural es que cuando se celebra el aniversario de algo, se recurra a los recuerdos, bien en forma de álbum de fotos familiar, o a películas súper 8. Estando en TV lo que se usó  fue un video retrospectivo del magno acontecimiento.
Fue en este momento, cuando comencé a pagar los tres errores que he detallado al principio.
El video en cuestión comienza con dos niños, como de diez año, que se insultan de forma simultánea, Unos insultos que al autor de semejante "obra de arte" le parecen insuficientes, y conmina a los niños a que se insulten como " dios manda" (he puesto dios con minúscula para no equivocar). Aquí se alcanza el clímax de la "obra sinfónica".
El que aparece en escena, no recuerdo ahora, (supongo que por bloqueo mental) si era uno o los cuatro, les dice a los muchachos que deben decir más "Hijo de puta", que eso es un insulto como dios manda, que lo otro son mariconadas (con perdón).
¿Cuantas veces se pronuncia la frase " hay que decir más hijo de puta"? Pues no lo sé, porque no cometí el cuarto error de contarlas; pero fueron unas pocas.
Una vez que los niños desaparecen de la escena, con el mensaje claro y diáfano de que deben insultar a lo grande, llamando hijo de puta a todo aquel que se ponga por delante salen los artistas, para que el clímax "artístico" concluya en orgasmo múltiple.
No tendré el mal gusto de enlazar esta Reflexión hacia el video que reproduce tal bodrio. Quienes no me creáis, podéis hacerlo por vuestra cuenta, no es complicado.
En mi descargo sólo me queda decir, que he confesado mi pecado, me he arrepentido y que tengo propósito de la enmienda.
No más acostarse después de las diez. Si por causa de fuerza mayor debo estar levantado, nunca más sintonizaré Antena 3 cuando se emita "El Hormiguero".
Las conclusiones a las que personalmente llego cuando contemplo el grado de zafiedad, y de ordinariez en la que se encuentra inmersa nuestra Sociedad, son realmente deprimentes.
Por donde vayas, únicamente encuentras vacío intelectual, y sequedad de cerebros; cuando no, un fomento del odio y el insulto gratuito. Y como siempre hacen los “hijos de Puta” (perdón a las trabajadoras del sexo que no tienen culpa de nada), usan a los más pequeños para que su perversa simiente caiga en tierra fértil.
Aún no comprendo cómo muchos se sorprenden de lo que ocurre en nuestros centros escolares, en nuestras calles, en nuestras plazas, y en nuestras casas. Es la cosecha lógica que se recolecta cuando la semilla del mal es esparcida con profusión por las mentes más indefensas.

1 comentario:

  1. Si me permites la confianza, Ángel,dicen que no es mal sastre el que reconoce el paño. Excelente tu autocrítica; pero, jomío, quedarse a ver El Hormiguero es demasiado pecar. Realmente las opciones televisivas "prime time", o como se diga lo de horario de mayor audiencia, son prácticamente nulas: el mal gusto y la zafiedad se imponen en todas ellas. Así que o te quedas viendo alguna buena peli de youtube (hay que buscarlas, pero haylas) o buscas en Arte (no se si podréis ver este excelente canal cultural por esos pagos extremeños) o, lo mejor, a la camita a relajarse, que a lo largo del día ya tendrás motivos más que suficientes para cabrearte. Un cordial saludo desde el Mediterráneo.

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