jueves, 21 de febrero de 2019

ROBOTS


El arco y la flecha permitieron al Hombre cazar con mayor seguridad, y cobrar un número mas elevado de piezas con las que alimentar a la comunidad. Antes de su invención, conseguir el alimento precisaba de varios hombres, mucho tiempo, y no menos esfuerzos para lograrlo.
Con la llegada del arco y la flecha, un sólo hombre podía conseguir lo que antes precisaba de varios, y hacerlo en un menor tiempo; permitiendo la abundancia del alimento y el vestido en toda la comunidad.
El arco y la flecha se fueron perfeccionando, y aumentó el tiempo libre de los cazadores, que pudieron dedicar el tiempo sobrante a otras actividades, como la agricultura.
Tras el arco y la flecha, llegó la invención del arado, que supuso poder agilizar las labores del cultivo de la tierra, y el aumento de su superficie y rendimiento.
Desde aquellos lejanos tiempos, el Hombre no ha dejado de inventar artilugios de la más diversa índole con dos objetivos esenciales: obtener más en menos tiempo; y hacer la vida más llevadera, aumentando el tiempo de ocio.
El gran salto cualitativo lo llevó a cabo el Hombre con la invención de la “Máquina de vapor” que revolucionó no sólo el sistema productivo, sino la vida de los trabajadores.
Ella fue el desencadenante del desarrollo económico y social en Europa y el mundo entero. La maquina se ponía al servicio del Hombre para hacer menos penosa su labor, y conseguir reducir las agotadoras jornadas de trabajo; dando lugar a la aparición de un fenómeno desconocido hasta entonces en la Clase Trabajadora: el tiempo de ocio.
Absurdo sería relatar los enormes avances logrados en el diseño de las maquinas. Unos avances que no han dejado de tener sus detractores con el peregrino argumento de que han quitado puestos de trabajo. Algo que es una falacia, cuando no una mentira.
Ha surgido este escrito como consecuencia de una de las muchas ideas que se han gestado en la cabeza de nuestros (dicen) gobernantes.
Todo aquello que se forjó en la Transición y que sirvió para conducir nuestro país por caminos de progreso y modernidad, se ha ido dilapidando, hasta destruirlo o hacerlo inoperante.
Uno de aquellos grandes aciertos fue el llamado Pacto de Toledo; un acuerdo entre partidos por el que las cuestiones referidas al Sistema Nacional de Pensiones quedaban fuera de la controversia política, y se guiaría únicamente por criterios de mejora de este, y en consecuencia de los integrados en él.
Sin embargo, como tantas cosas, aquel buen acuerdo, ha saltado hecho pedazos; generando, por otro lado, ideas de lo más extravagante, en mi opinión.
Una de ellas ha sido el plantear que, los llamados Robots Industriales,coticen” para financiar el enorme déficit del Sistema Público de Pensiones.
Desde que R2D2 llegara a las pantallas, con su aspecto gordezuelo y bonachon; se ha dado a los llamados Robots, una apariencia cuasi humana. Apariencia que, es posible, haya llevado a los integrantes del Pacto de Toledo a una cierta confusión; y con ellos a algunos más.
No ha caído en saco roto la tal idea, y no pocos la han aplaudido, con un argumento aún más extraño que la propia idea de aquel.
El argumento es así de confuso: “Puesto que lo “Robots” eliminan puestos de trabajo: que coticen.”
No es fácil digerir tan extraño argumento, máxime cuando aquellos, no eliminan nada; pues no son otra cosa que máquinas construidas por el hombre para mejorar la eficiencia y la productividad de las Industrias, y Empresas.
Pero no es sólo falso este  alegato; sino que indica un desconocimiento extraordinario de lo que es la producción industrial. Veamos.
Si la llegada a la empresa A de un Robot ha supuesto la pérdida de X puestos de trabajo; en la empresa B, ese mismo aparato, ha creado un número X de puestos de trabajo. Aquellos que se han generado para su construcción. Desde el inventor que tiene la idea, pasando por los ingenieros que lo diseñan; las empresas que proporcionan los productos necesarios para su construcción; los trabajadores que realizan las acciones de montaje del aparato; hasta los empleados que salen a los mercados a vender dicho producto; todos ellos han sido puestos de trabajo creados merced a la aparición de ese Robot. En términos netos ¿ha supuesto el aparato una perdida de puestos de trabajo por la que sea merecedor de recibir un castigo?
Desde que la lanzadera revolucionó la Industria Textil, con la perdida de miles de puestos de trabajo en ella; no hay sector económico que no haya “sufrido” la aparición de nuevas y cada día más modernas maquinas.
Las maquinas que quitan trabajo por un lado, lo han generado por otro.
Si la llegada de un super ordenador ha reducido las necesidades de personal de un Banco de 14 a 2 personas; no es algo por lo que ese ordenador deba ser penalizado; porque, antes de destruir 12 puestos de trabajo, ha creado veinte.
La eficiencia de un robot no es sólo buena para la empresa. Es buena para la sociedad. Un robot permite la producción en serie de millones de unidades de un mismo producto; lo que hace que la capacidad de ser adquirido aumente; y si aumenta su venta, aumentan los puestos de trabajo que genera esta.
Sin la vieja Máquina de Vapor”, el Hombre aún tendría que mover los barcos a vela; labrar los campos con el arado romano; o desplazarse en las viejas tartanas tiradas por mulas.
Sin la evolución, la invención, y la mejora de las maquinas; seguiríamos ateridos en invierno; y asfixiados en verano.
Ya no hay vendedores carbón; pero existen millones de empleados en las empresas que nos proporcionan calor en invierno, y frío en verano.
Culpar, y pretender castigar al Robot, es de las ideas más estrafalarias que me he encontrado en la vida. Al mismo nivel de la que se le ocurrió al coronel del campamento en el que hice la mili; quien dio la orden de arrestar a la piscina porque un recluta estuvo a punto de ahogarse.


2 comentarios:

  1. Angelito, no te esfuerces. Estos tuercebotas que tenemos en la política salvo algunas honrosas excepciones, no dan más de sí. Pretenden defender al obrero, pero se defienden ellos. Ejemplo el del casoplón.

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  2. Gélito, te doy CASI toda la razón, pero .¿has pensado el día en que sean los propios robots los que construyan robots?.

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