Fieles a su cita, como ocurre cada Semana Santa, este año también
han aparecido aquellos que parece que su único objetivo en la vida es quitar
los Uniformes (bueno, sólo algunos Uniformes) de las calles de España. Como si
los soldados de las Fuerzas Armadas Españolas estuvieran todos los días en la
calle.
Para argumentar su inquina, utilizan todo tipo de falacias, que
dan como si de una Verdad Revelada se
tratara.
Estos que así opinan, parten de situaciones Históricas que ni
ellos mismos han vivido; pero, da igual.
Echan su cuarto a espadas con las Procesiones de la Semana Santa.
A ellos lo que les gustaría (aún no sé por qué) es eliminar para siempre los
desfiles procesionales; pero, como, de momento, ese bocado es demasiado gordo,
atacan por uno de sus flancos: el Ejército.
Dicen que no hay que mezclar Religión con Estado, representado,
dicen, por el Ejército.
Y la pregunta que yo me hago es ¿Por qué? A lo que muchos responden con la cantinela
del Estado Laico (ellos lo llaman Laico, cuando quieren decir Aconfesional;
pero es cosa de la Ignorancia).
El Estado ¿ deja de ser aconfesional porque unos soldados desfilen
en un acto Popular?.
Acaso ¿deja de ser aconfesional el Estado, si junto a Cristos y Vírgenes,
caminan Jueces, Alcaldes, Abogados, Presidentes de Diputación, Concejales, y un
larguísimo… etc.?
¿Pierde su aconfesionalidad el Estado, porque en todos los Pueblos
de España, Presidentes de Comunidades, Alcaldes, concejales, asistan a la
procesión del Patrón o la Patrona del lugar?
Al día siguiente de estas Romerías populares, el Estado sigue
siendo tan aconfesional, como la jornada precedente.
Las Cofradías de todos los lugares de España, y las hay a miles,
son Instituciones Privadas que surgen del Pueblo de manera voluntaria. Son los
ciudadanos de ese Estado Aconfesional, quienes las integran, quienes las
mantienen, y quienes veneran a 1as imágenes que representan una forma de
Cultura. Una forma de Cultura que nace desde las esencias más profundas de cada
Pueblo.
Pero como hay que dar un tinte dramático a las falacias, para que
parezcan consistentes, acuden a lo más casposo y falaz de todos los argumentos.
El carácter Franquista y Represor del Ejercito; como si no hubiera existido el
Ejercito en España, hasta el 18 de julio de 1936.
Desde que un pastor lusitano llamado Viriato se alzó contra los
romanos, ha existido el Ejército Español. Un ejército formado por hombres y
mujeres que dieron su vida por defender la Patria. Es decir la tierra de sus
Padres, de los ejércitos invasores, y liberar a sus mujeres e hijos de la
esclavitud del opresor.
Quienes hoy visten ese Uniforme, que algunos ignorantes
desprecian, son hombres y mujeres, que en su mayoría, ni siquiera habían
nacido, cuando Franco ya había muerto, y su régimen dictatorial sustituido con
la ayuda de Todos, por un Régimen Democrático. Un Régimen Democrático que está
formado por muchos estamentos del Estado: desde el Rey hasta el último soldado
voluntario que se alistó en la Milicia
para ganarse honradamente la vida.
¿Qué tiene de rechazable el Ejército español para que se le quiera
excluir de las manifestaciones populares que forman parte de la Cultura del
Pueblo del que los soldados vienen?
A quienes se indignan porque los soldados participen en los
Desfile Procesionales, lo que les gustaría es que los soldados dejaran de
existir, para quitar de en medio un obstáculo que lastra sus apetencias de
apropiarse de toda la Sociedad española.
Como corolario a estos ignorantes sectarios, se suman aquellos que
consideran al Ejército español, un Ejército de Ocupación en España. Los motivos
por los que quieren apartarlos de sus “territorios” son los mismos que aquellos
que quieren eliminarlos del conjunto del Estado.
Todos los países del mundo, tienen su Ejército, del que todos los ciudadanos del mundo se sienten
orgullosos porque son los encargados de defender las vidas y las haciendas de
los hombres y mujeres de sus países.
La última falacia con la que nos obsequian, es el carácter
belicista de los ejércitos; una falacia que se supera a sí misma. Porque; claro
que los ejércitos están preparados para la guerra; al igual que los ingenieros
de Camino, están preparados para construir carreteras y autovías.
Asignar las Guerras del Mundo, a quienes desfilan acompañando a un
Cristo o a una Virgen por las calles de España, es demasiado asignar, ¿no os
parece?
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