viernes, 28 de abril de 2017

PACO

Paco ha llegado a casa cansado, y un tanto desasosegado. Tan es así que su mujer lo ha notado, y le ha preguntado qué le ocurre.
Mientras María le pone la cerveza como cada día, él le cuenta la razón de sus cuitas.
Paco, tiene un taller que fundó poco antes de casarse, hace ya de eso veinticinco años.
Comenzó en un pequeño local alquilado, donde, con la ayuda de María que le echaba una mano con las cuentas y los pedidos, pudo ir haciéndose con una clientela fiel.
Muchas horas de trabajo tiene Paco a sus espaldas. Horas que le permitieron comprar una pequeña nave, y ampliar el negocio que hoy da trabajo a dos empleados.
Cada mañana Paco abre su taller, se enfunda su mono de faena, y se pone manos a la obra con sus dos trabajadores.
No son buenos los tiempos que corren, y el taller sobrevive con esfuerzo, a la espera de tiempos mejores.
Pero esto María sabe que no es nuevo. Ya hace años que la maldita crisis redujo el volumen de los pedidos, y a duras penas ha logrado no despedir a ninguno de sus dos empleados, por lo que intuye que la preocupación de su marido es otra.
Paco ha leído en la prensa que, en breve tiempo, deberá asumir una nueva carga en su negocio: la posible paternidad de alguno de sus dos empleados.
María no entiende demasiado bien lo que quiere decir  su marido, y le pide que se explique mejor.
Mujer, le dice,  si alguno de los muchachos es padre, tengo que darle cuatro meses de permiso, y pagarle el sueldo íntegro.
Ya sabes cómo está la situación. Si tengo que pagarle el sueldo, y contratar a otro empleado durante ese tiempo, no sé cómo lo voy a hacer.
Si pierdo pedidos por no poder atenderlos, porque nos quedaremos sólo dos, los clientes se marcharán a otro taller; y, ya sabes, perder un cliente es fácil, pero recuperarlo es muy complicado. Y si el negocio se resiente aún más, tendré que cerrar, y despedir a los dos trabajadores.
Este dialogo ficticio, puede estar produciéndose en muchas de las casas de los pequeños empresarios que a duras penas consiguen mantener sus negocios a flote.
Es muy común en los últimos tiempos satisfacer los delirios de las fuerzas populistas, a costa de las espaldas de las empresas, de todas las empresas.
Quienes no han sentido en sus manos el rudo trabajo, y visten caros trajes, perfumados por las fragancias de moda, deciden sobre la vida y el futuro de miles de empresarios, haciendo alarde la más absoluta irresponsabilidad.
Desconocen la realidad de la economía real de España. Una economía que se sustenta mayoritariamente por empresas pequeñas, y medianas, a las que se les aplica la misma vara de medir que a las grandes Corporaciones Empresariales a la hora de regular las relaciones laborales.
En su permanente obsesión por facilitar la vida, con ese eufemismo que se han sacado de la manga, al que llaman “conciliación”, dictan leyes que arrastran a la ruina a pequeñas empresas y autónomos, que deben cerrar sus puertas, o jugársela incumpliendo las leyes.
La reacción de Paco, es lógica; su inquietud, más que justificada. Lo que con esfuerzo y  trabajo ha logrado construir, puede verse abocado al fin, por las veleidades de unos legisladores populistas, ignorantes, e irresponsables.
No es mejor el panorama que se les presenta a los millones de trabajadores que son empleados por los miles de Pacos que en España hay. Ellos serán también afectados por estas medidas que, lejos de protegerles, les llevan a la misma incertidumbre que a nuestro protagonista.
Legislar desde la irresponsabilidad, y el populismo siempre ha funcionado mal. Y la cuerda se rompe por la parte más débil.
Hoy hemos conocido los datos del Paro, y está más claro que el agua que esto no despega, por mucho que nos quieran vender la “burra ciega”. Estamos al albur de que se saquen a procesionar Cristos y Vírgenes para que se puedan hacer unos pocos contratos de trabajo.
Nuestra tasa de desempleo sigue en niveles escalofriantes. Y muchos siguen empeñados en apretar el dogal a los empresarios con una pretendida defensa de los trabajadores. Para defender a los trabajadores, lo primero que tiene que existir es trabajo. Y eso está lejos de lograrse. Una legislación laboral asfixiante es muy buena para dar mítines; pero, nefasta para lograr crear puestos de trabajo estable.

Alguien debería poner cordura, y decir alto y claro que no todo es Ibex.

jueves, 20 de abril de 2017

LA VERDAD

La verdad es la verdad, dígala Agamenón o su porquero",
De la mano de “Juan de Mairena”,  ficticio poeta y docente ideado por Antonio Machado, comenzamos esta Reflexión.
La Verdad no existe. Lo único cierto son los hechos, porque ellos no pueden ser alterados. La Verdad es subjetiva, y por lo tanto sujeta a la libre interpretación de cada persona. Un mismo hecho tiene tantas verdades, como individuos.
Los hechos son los que marcan la auténtica Verdad; pues esta es una mera ficción dialéctica.
La recién concluida Semana Santa, ha vuelto a sacar a la palestra la tan traída y llevada “Aconfesionalidad” de Estado español. Algo que casi todos, de mejor o peor humor, aceptan.
Pero, ¿es Verdad que España es un Estado aconfesional?
Hagamos lo mismo que “Juan de Mairena” y distingamos Verdad, de Hecho; ya que la única Verdad son los Hechos.
Hoy es en España 20 de abril del año 2017. Este es un Hecho irrefutable. Pero, ¿cuál es el momento “cero” de esta datación que todos aceptamos? Una Confesión: la cristiana. Porque ese momento “cero” es en el que tuvo lugar la llegada al mundo de un Dios hecho Hombre, llamado Jesús de Nazaret.
En un  Estado aconfesional, hoy sería 20 de abril del año 39 de nuestra Constitución.
Otro Hecho.
El Estado español establece como día de descanso semanal, el domingo. Este es un Hecho, también, irrefutable. Un día de la semana establecido por la Religión Cristiana para dedicarlo a glorificar a Dios. Es el día en el que la Religión Cristiana, establece  la obligatoriedad de dedicarlo a la mayor gloria del Señor.
Se podría haber establecido como día de descanso cualquier otro día de la semana, que no tuviera connotaciones Confesionales: lunes, martes, miércoles, o jueves. Los demás días tienen una connotación confesional.
Otro Hecho
Se comienza el año declarando día festivo el seis de enero; día en que la Iglesia Católica celebra la Epifanía del Señor. Este es un Hecho irrefutable.
La Epifanía del Señor, es una celebración religiosa del Cristianismo, en la que se ensalza la figura de Cristo en el momento de su Vida en la que se da a conocer como Hombre.
Un Estado aconfesional, debería no tener este día como festivo en su Calendario Oficial.

Esta concatenación de Hechos irrefutables, tienen todos un denominador común, y un referente exclusivo: El Cristianismo.
Sin embargo el Hecho que define con más claridad la Verdad es el día de Viernes Santo. El Viernes Santo es el día en el que toda la cristiandad guarda luto en memoria y recuerdo de la muerte en la Cruz de Jesucristo. Un día que en el calendario de las celebraciones cristianas, no es fijo; sino que varía en función de las fechas que la tradición cristiana marca. Este es un Hecho Irrefutable.
Un Estado Aconfesional, no debería establecer como día festivo uno ajustado al Calendario Cristiano, y de tan altísima connotación religiosa.
Si descendiéramos en la pormenorización de Hechos Irrefutables, nos encontraríamos con que el Cristianismo, manifestado a través de Santos, Patrones, Patronas, y Vírgenes de  la más diversa advocación, marca la vida de los españoles.
Hasta las celebraciones más paganas, se ciñen al Calendario Cristiano.

Muchos de los que hayáis llegado hasta aquí, habréis ayudado en vuestras casas a escurrir las sábanas, antes de ponerlas a “solear”. La blanca tela se retorcía hasta extraer de ella la última gota de agua.

Hasta nuestra Bandera, se ve inmersa en esta absurda controversia. Ella que es despreciada, vilipendiada, y ofendida por muchos. Ella, que para algunos  es un mero trapo sin valor, renace de sus cenizas, para ser invocada como el símbolo que representa al Estado Aconfesional y como tal debe ser tratada. Ella se convierte en el estandarte de la Ley que debe ser cumplida hasta sus últimas consecuencias; siempre, claro está, que se olviden los Hechos que respaldan su simbología de referente para todo un Pueblo, que manifiesta con Hechos, lo que la verdad de algunos le quieren quitar.

Retuercen leyes, decretos, y normas, para conseguir una “gota” de razón que refuerce sus desatinados planteamientos sobre la Aconfesionalidad del Estado español.

Como decía “Juan de Mairena”: “La única Verdad son los Hechos” Y esto es así: “dígalo Agamenón o su porquero.

miércoles, 12 de abril de 2017

LOS UNIFORMES

Fieles a su cita, como ocurre cada Semana Santa, este año también han aparecido aquellos que parece que su único objetivo en la vida es quitar los Uniformes (bueno, sólo algunos Uniformes) de las calles de España. Como si los soldados de las Fuerzas Armadas Españolas estuvieran todos los días en la calle.
Para argumentar su inquina, utilizan todo tipo de falacias, que dan como si de  una Verdad Revelada se tratara.
Estos que así opinan, parten de situaciones Históricas que ni ellos mismos han vivido; pero, da igual.
Echan su cuarto a espadas con las Procesiones de la Semana Santa. A ellos lo que les gustaría (aún no sé por qué) es eliminar para siempre los desfiles procesionales; pero, como, de momento, ese bocado es demasiado gordo, atacan por uno de sus flancos: el Ejército.
Dicen que no hay que mezclar Religión con Estado, representado, dicen, por el Ejército.
Y la pregunta que yo me hago es ¿Por qué?  A lo que muchos responden con la cantinela del Estado Laico (ellos lo llaman Laico, cuando quieren decir Aconfesional; pero es cosa de la Ignorancia).
El Estado ¿ deja de ser aconfesional porque unos soldados desfilen en un acto Popular?.
Acaso ¿deja de ser aconfesional el Estado, si junto a Cristos y Vírgenes, caminan Jueces, Alcaldes, Abogados, Presidentes de Diputación, Concejales, y un larguísimo… etc.?
¿Pierde su aconfesionalidad el Estado, porque en todos los Pueblos de España, Presidentes de Comunidades, Alcaldes, concejales, asistan a la procesión del Patrón o la Patrona del lugar?
Al día siguiente de estas Romerías populares, el Estado sigue siendo tan aconfesional, como la jornada precedente.
Las Cofradías de todos los lugares de España, y las hay a miles, son Instituciones Privadas que surgen del Pueblo de manera voluntaria. Son los ciudadanos de ese Estado Aconfesional, quienes las integran, quienes las mantienen, y quienes veneran a 1as imágenes que representan una forma de Cultura. Una forma de Cultura que nace desde las esencias más profundas de cada Pueblo.
Pero como hay que dar un tinte dramático a las falacias, para que parezcan consistentes, acuden a lo más casposo y falaz de todos los argumentos. El carácter Franquista y Represor del Ejercito; como si no hubiera existido el Ejercito en España, hasta el 18 de julio de 1936.
Desde que un pastor lusitano llamado Viriato se alzó contra los romanos, ha existido el Ejército Español. Un ejército formado por hombres y mujeres que dieron su vida por defender la Patria. Es decir la tierra de sus Padres, de los ejércitos invasores, y liberar a sus mujeres e hijos de la esclavitud del opresor.
Quienes hoy visten ese Uniforme, que algunos ignorantes desprecian, son hombres y mujeres, que en su mayoría, ni siquiera habían nacido, cuando Franco ya había muerto, y su régimen dictatorial sustituido con la ayuda de Todos, por un Régimen Democrático. Un Régimen Democrático que está formado por muchos estamentos del Estado: desde el Rey hasta el último soldado voluntario que se alistó en la  Milicia para ganarse honradamente la vida.
¿Qué tiene de rechazable el Ejército español para que se le quiera excluir de las manifestaciones populares que forman parte de la Cultura del Pueblo del que los soldados vienen?
A quienes se indignan porque los soldados participen en los Desfile Procesionales, lo que les gustaría es que los soldados dejaran de existir, para quitar de en medio un obstáculo que lastra sus apetencias de apropiarse de toda la Sociedad española.
Como corolario a estos ignorantes sectarios, se suman aquellos que consideran al Ejército español, un Ejército de Ocupación en España. Los motivos por los que quieren apartarlos de sus “territorios” son los mismos que aquellos que quieren eliminarlos del conjunto del Estado.
Todos los países del mundo, tienen su Ejército, del  que todos los ciudadanos del mundo se sienten orgullosos porque son los encargados de defender las vidas y las haciendas de los hombres y mujeres de sus países.
La última falacia con la que nos obsequian, es el carácter belicista de los ejércitos; una falacia que se supera a sí misma. Porque; claro que los ejércitos están preparados para la guerra; al igual que los ingenieros de Camino, están preparados para construir carreteras y autovías.

Asignar las Guerras del Mundo, a quienes desfilan acompañando a un Cristo o a una Virgen por las calles de España, es demasiado asignar, ¿no os parece?

martes, 11 de abril de 2017

LAS REJAS

Hace unos años comenzaron a hacerse famosas unas aplicaciones  informáticas a las que dimos el sobre nombre de “Redes Sociales”.
Aunque participo activamente en ellas, no dejo de ser conscientes de que es un arma de doble filo; y un Agora bastante peligroso, por la impunidad con que sus miembros pueden actuar.
No me refiero a la impunidad en términos jurídicos; me refiero a la impunidad moral que impera en ella.
El abanico de los asuntos y temas que en ellas se abordan, es inmenso; nada queda fuera de su ámbito; desde la foto ñoña, hasta la crueldad más descarnada.
En esas “Redes” volcamos nuestras ideas, opiniones; y, en no poca medida, nuestros odios (fundados o no), y mucha frustración.
Lo que se conoce como “perfil”, es de lo más variopinto. Existen personas que encuentran en estas redes un medio de expresión de ideas de todo tipo, realizadas de manera correcta, aunque dentro de una lógica discrepante. Otros tratan de mantener unas relaciones en la distancia con viejos y nuevos conocidos; y bastantes matan en ellas sus horas de soledad y aburrimiento.
Todo ello dentro de lo que podríamos denominar, parámetros de normalidad, y cordialidad.
Otros, cada vez más, han encontrado en estas denominadas “Redes” el lugar ideal para expandir sus mensajes de odio, expresados de la manera más cruel.
En muchos de ellos se ha instalado una especie de necrofilia difícil de entender.
En nuestra nación y en todas las Comunidades, incluso las menos civilizadas, siempre han sido respetados los ancianos, los niños, y los muertos.
Con leyes sociales no escritas, ellos tres quedaban al margen de toda manifestación de rencor u odio.
Pero, con demasiada frecuencia, esas normas son vulneradas de manera gratuita, y de todo punto incompresible para cualquier Ser Humano que se dice civilizado.
Con los cuerpos aun calientes de los fallecidos, las Redes se llenan de insultos, y ofensas de todo calibre, hacia el muerto. Insultos y ofensas que sólo producen dolor en los amigos y familiares, porque el ofendido, no puede serlo. Ya no está entre nosotros.
Insultar a un muerto, es la cosa más estúpida que se puede hacer; y por supuesto la más cobarde, pues el agraviado no va responder a la ofensa.
Pero como la maldad que ha anidado en muchos corazones, (demasiados para mi gusto), no tiene límites, se llega a desear la muerte de un niño, porque quiere ser torero. Esto ya es de una crueldad imposible de definir; pero, si eso se hace a un niño enfermo de cáncer, cuya vida pende de un hilo, es de ser un reptil. Pero, si además, se manifiesta alegría, porque el niño que quería ser torero perdió la batalla contra la enfermedad, el grado de putrefacción moral de esos individuos es tal, que ni los buitres carroñeros se acercarían a comer sus despojos.
Quizás ha llegado el momento de cambiar la denominación a las conocidas como Redes Sociales, y darles un nombre más acorde a su realidad: “Manicomios Sociales”.
Nuestra Sociedad está muy enferma. Y como todo enfermo que no quiere conocer el grado de gravedad del mal que le aqueja, morirá entre terribles dolores.
Un sentimiento de odio y de violencia ha anidado en nuestros corazones, por razones que no sabría explicar; pero, que sí creo conocer. Unas razones, que muchos negarán; lo habitual en los enfermos que no quieren reconocer su mal; pero que existen.
Ya ni siquiera nos queda la esperanza de la escuela o la familia; porque en ambas está latente el mismo espíritu que se ha apoderado del resto de la Sociedad.
Ver a padres y madres, enzarzados en peleas callejeras, delante de sus hijos, porque un árbitro ha señalado una falta en un partido de lo que sea, te echa el alma a los pies.
Hace unos días leí, no recuerdo dónde, una carta, no sé si real o imaginada, de un joven deportista a sus padres, en la que les pedía que dejaran de ir al campo de fútbol, porque se avergonzaba de su comportamiento.

Si la carta era real, aún queda un rayo de esperanza; si la carta era solo un desiderátum del autor, el futuro es ciertamente inquietante, Si es que el futuro puede ser más inquietante que la realidad que vivimos.

sábado, 8 de abril de 2017

EL ESCARNIO

La corriente Liberal decimonónica que se extendió por España tras la Guerra de la Independencia, supuso un cambio fundamental en la vida del país.
La eliminación del Régimen absolutista de los Borbones, no fue el único gran cambio derivado del movimiento Liberal.
Un giro profundo en las ideas en materia religiosa, se coló en el torrente liberal, con la proclamación de la Libertad Religiosa, y la abolición de la Inquisición como corolario de ella.
Como tantas veces ocurre en España, el termino Libertad, no tarda mucho en transformarse en movimientos “Anti”; y el movimiento Liberal no fue una excepción.
No tardó demasiado tiempo en que el término Libertad de Culto, se transformara en un movimiento Anticlerical perfectamente organizado.
El acoso a la Iglesia Católica, desde las más altas instancias del Estado, se tradujo en persecución abierta con dos exponentes máximos de ella: la Expulsión de los Jesuitas, y la denominada Desamortización de Mendizabal.
El estigma que acompaña a los integrantes de la Compañía de Jesús, fue utilizado una vez más para quitarse de en medio a una congregación con alto predicamento entre las clases acomodadas de la Sociedad española, y por su alto nivel de influencia a través de la formación de los jóvenes.
La Desamortización de Mendizabal, fue el eufemismo usado para legalizar el expolio de los bienes de la Iglesia, y facilitar la obtención de pingües beneficios de los favorecidos en el “sorteo”.
El movimiento anticlerical en España, como el río Guadiana, surge con mayor o menor intensidad a lo largo de nuestra Historia.
Casi dos siglos después de la llegada de la corriente Liberal, ha surgido en España un movimiento neoanticlerical que ha recogido lo peor de los movimientos que de igual signo les han precedido.
Una enorme diferencia separa este actual con aquellos que surgieron en el siglo XIX que fueron ideológicos y económicos fundamentalmente. Este neoanticlericalismo, surge no como una idea filosófica nueva, o con un interés económico; nace fundado en el odio a la Religión. Pero no a la Religión como concepto filosófico Global; no, nace basado en odio a la Religión Católica exclusivamente.
No es una oposición dialéctica, nacida de la distinta concepción de la Cultura del Hombre; se manifiesta mediante la brutal agresión a los símbolos más sagrados de ella, y regodeándose en el escarnio público de todo lo que simbolizan sus creencias.
En las manifestaciones públicas de ese odio, no deja de sorprender el papel relevante que las mujeres toman en el vilipendio de la Iglesia Católica.
Unas desnudándose en templo e iglesias, o ante los representantes de aquella. Otras realizando los actos más obscenos que la imaginación pueda concebir, todo con el único propósito de escarnecer y pisotear las creencias de millones de Seres Humanos.
Los medios de comunicación, no son ajenos a estos movimientos llevados a cabo por jóvenes descerebrados. De forma impetuosa se hacen eco de todo aquello que, cierto o falso, es usado como arma arrojadiza contra la Iglesia Católica, en la certeza de que todo ello les reportará el aplauso de una buena parte de la Sociedad española. Una Sociedad en la que los valores, no sólo de nuestra Civilización Judeo Cristiana, han desaparecido; sino de una Sociedad en la que han dejado de existir los valores morales de cualquier signo.
Internalizados los principios del hedonismo en la mayoría, únicamente se responde a los instintos más primarios que le son servidos en bandeja de plata, como la cabeza del Bautista al rey Herodes.
Por doquier surgen las nuevas Salomé que quieren recibir en prenda la cabeza, no del Bautista, sino de la Iglesia toda.
¿Cuál es la razón de este odio en personas generalmente jóvenes? En mi opinión, ni ellos mismo lo saben.
La ausencia de un desarrollo intelectual elemental, les impide anteponer ideas frente a ideas, desde el respeto hacia el otro.
Pero en una Sociedad en la que los valores esenciales de la Persona se han olvidado; sólo el escarnio forma parte del bagaje intelectual de muchos; quizás de demasiados.